Hoy me puse bella para verte, sólo para no pasar desapercibida por entre tus pupilas, para que entendieras que a veces me arreglo y no sólo para verme bonita, sólo para que sepas que te quiero tanto que duele.
A cambio dejaste tu voz colgada en un frío e impersonal micrófono de celular. Entonces me dejaste, sin saberlo, en una esquina. Con los labios pintados de tristeza, los ojos llenos de sombra de agua y con un rubor colérico. Me dejaste con las manos barnizadas por tu ausencia y vestida con el negro vacío de tus palabras.
Hoy me dejaste en una esquina sin siquiera haber pasado por ella.
A cambio dejaste tu voz colgada en un frío e impersonal micrófono de celular. Entonces me dejaste, sin saberlo, en una esquina. Con los labios pintados de tristeza, los ojos llenos de sombra de agua y con un rubor colérico. Me dejaste con las manos barnizadas por tu ausencia y vestida con el negro vacío de tus palabras.
Hoy me dejaste en una esquina sin siquiera haber pasado por ella.
Escrito por: María Cristina Celis en soledad....
Qué bello!,
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